El planteamiento inicial de rodar iniciados y experimentados por saparado fue acertado, pero tampoco hubo mayores problemas con la pista libre y autoregulados, quizá alguno tuvo que cortar su ritmo para adaptarse a máquinas menos potentes en pista pero también alguno tuvo que adaptarse a que le pegaran pasadas sin fin mirando al retrovisor.
Incidente a resañar pocos, todos disfrutaron a su aire, quizá citar el inconveniente que tuvo Santiago y su potente Ducati 350 que le impidió rodar siquiera una vueltecilla a la pista con ella, o un par de “rectos” de Ximo y su preciosa Impala 250.
Bultaco’s, Ossa’s, Montesa’s, la Benelli 4 cilindros de Paco Motos que sonaba como los ángeles cuando subía de vueltas, la ItalJet de Eduardo Granell, varias Guzzi, alguna BMW, y una peculiar Sanglas “CarajilloRacer”.
El circuito adecuado a las pretensiones, buen firme en general, ancho, corto y revirado, con un par de tramos muy de pilotaje (esa derecha ciega – izquierda media – derecha antes de la entrada a boxes . . .), sitios donde frenar apurado, y una recta para no quemar motor.
Una experiencia muy prometedora que anima al Moclava a seguir contando con sus amigos para organizar en el futuro eventos como el citado.
texto y fotos :
Juanma Juesas
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