El tiempo del fin de semana fue plomizo, con tormentas por la zona, el domingo amenazaba lluvia incluso en la costa, así y todo acudimos siete participantes, tres Impala, una Sanglas 400, una Vespa 200 y dos maquinas modernas, una Honda Shadow y un MegaScooter Aprilia 500.
A unos diez kilómetros de marcha comenzó a llover y en lo que tardamos en parar para ponernos el traje de agua ya estábamos empapados . . . dos de los participantes que no llevaban protecciones adecuadas regresaron a casa (ningún impalero, por cierto). En Buñol tiramos hacia Yátova y Venta Gaeta donde pensábamos almorzar. Nos encontramos con nubes bajas parecidas a la niebla, con ambiente oscuro y lluvia fuerte, afortunadamente la temperatura era agradable y no añadía problemas con las precauciones de rigor, la visera llena de humedad, los guantes mojados, y el asfalto sucio y resbaladizo, llegamos por carreteras comarcales tranquilas hasta la citada Venta Gaeta donde nos esperaba otro impalero que acudía desde Utiel. Secarnos un poco y a la mesa de muy buen humor, con un vinillo joven estupendo, chuletas de cordero, embutido de cerdo, ajoarriero, tomate con olivas, y café . . . añadimos un precio genial y todos contentos de nuevo en marcha. Con una restauración como esta podíamos haber hecho centenares de kilómetros, pero al rato llegábamos a Requena. Visitamos la bodega, degustación de todo tipo de vinos de la comarca (con moderación, eso sí . . .;-)), discusiones sobre colores, olores y sabores, y una visita guiada por las instalaciones, a mediodía fuimos a ver la inteligente carrera de Fernando Alonso en el GP de Gran Bretaña mientras picábamos un poco de gazpacho manchego y careta de cerdo a la brasa, y después de una buena sobremesa con tertulia sobre motos, viajes y demás anécdotas moteras, hacia media tarde tiramos hacia Valencia por el antiguo Puerto de Buñol, disfrutando de las motos y del tiempo, ya soleado y caluroso. En la ciudad hablamos de repetir la salida “Entre Copas” el otoño próximo, y de otros proyectos, un saludo y cada uno a su casa. No hubo ningún problema mecánico, ningún susto, lo pasamos muy bien, adjuntamos unas fotos ilustrativas del grupo y de las motos asistentes. Y mencionar a uno de los participantes, el muy impalero Arturo Borja con la moto en la que hace pocos años viajó al Cabo Norte, donde escribió ese relato lleno de anécdotas que todos hemos leído, y con la que el verano pasado, junto a Paco Motos con otra Impala, viajaron a la Isla de Man a saborear el TT.
Texto y fotos:
Juanma Juesas
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